El sexo desnuda al cuerpo; el amor, al alma

El sexo desnuda al cuerpo; el amor, al alma.
Luis Eduardo Aute.

Hoy, en el autobús, leía un poco, como siempre. En concreto estaba releyendo el AnimalDos cuando me he encontrado con esta frase que me ha hecho pararme un poco a pensar. Nunca tan pocas palabras habían definido tan adecuadamente lo que yo pienso sobre éstos temas, la diferencia inherente a ambos (no, no es lo mismo) y para más inri con toda la belleza -y simpleza- que éste autodenominado palabradicto ha sido capaz de plasmar.

Sí, lo se, una entrada un tanto rara, pero después de N problemas de magnetostática estoy tan harto que mi cerebro se ha puesto a darle vueltas a lo primero que ha recordado, y fue esa frase, por eso la comparto con vosotros.

Veo el amor como el sentido de la vida, dicho de forma absoluta. El sentido último de todas nuestras acciones, que en todos los casos van motivadas por el amor que sentimos bien sea hacia otra persona o incluso hacia nosotros mismos. Y el sexo, no es lo mismo. Aunque no por ello es peor. El sexo es una forma de diversión cuasiperfecta, el deporte por excelencia como lo llama el autor, por ser el único capaz de dar placer al cuerpo y al alma antes, durante, y después de practicarlo. Casi na HOYGAN.

Y es que en estos días el sexo, y sobre todo el amor, están devaluados, prostituidos incluso. Tan acostumbrados están a ser confundidos el uno con el otro que ya ni se reconocen cuando van por la calle, y comúnmente chocan, sin saber quién tienen en frente. Hoy día muchos creen que aman cuando sólo follan, y otros que creen no tener ningún tipo de compromiso sentimental se ven envueltos en espirales entrópicas que ni entienden ni aceptan. Ésto es terrible, los que aman acaban perdidos y sin rumbo, y los que sólo buscan sexo acaban chocando contra muros invisibles. Ah, la vie.

¿No sería mucho más sencillo si desde un primer momento tuviesemos una forma de identificar lo que opina cada persona sobre ésto? Una etiqueta en la solapa, por ejemplo. Sin duda esto evitaría cientos (que digo, ¡miles!) de problemas. Pero entonces se perdería toda la magia, y muchas de las cosas que hacen ser al amor y al sexo lo que son dejarían de tener sentido. Lamentablemente éste es un problema para el que no se me ocurre ninguna solución, salvo quizá, el tener mucha suerte.

¿Y vosotros, qué opináis sobre estas cosas?