Cada año, cuando llega la Navidad, la red se llena de una serie de mensajes. A mi parecer, estos mensajes son de dos tipos principalmente: los que nos desean una muy feliz Navidad y los que nos golpean en la cara con la hipocresía de estas fiestas.
Los primeros tienen cada día un arie más y más casposo. Si os soy sincero, el cincuenta o sesenta por ciento de la gente que me felicita la "Navidad" ni siquiera son cristianos o saben si yo lo soy. Una variante de estos mensajes son los del estilo "porque la amistad es lo mejor del mundo", "una sonrisa tuya ilumina la vida de los demás", "si no reenvías esto Dios matará a un gatito en Nochebuena",... viene a ser el mismo spam de todo el año solo que con "papanoeles" y estrellitas. Casualmente me dan los mismos ardores.
Los segundos están casi más manidos que los primeros. Uno queda del carajo gritando a los cuatro vientos que los demás son unos mierdas hipócritas porque se gastan una pasta en fiestas y regalos habiendo pobreza en el mundo. Me imagino que todos y cada uno de estos individuos se habrán gastado la pasta en apadrinar niños del Perú, en lugar de peregrinar de tienda en tienda buscando una Wii-corbata-pavo-kilo de langostinos-camisa de fiesta.
Por eso prefiero unirme al tercer grupo (que cada día es más numeroso, todo hay que decirlo) que ha decidido desligar el matiz religioso de todo esto y felicitar "las Fiestas". Porque lo cierto es que, quien más o quien menos, la mayoría de los españolitos festejaremos en estas fechas (con el consecuente gasto). Así que, como estoy seguro de que quien pueda va a festejar (ya sea un día u otro, con familia o con amigos, con langostinos o con salami), pues eso, Felices Fiestas.
lunes, 24 de diciembre de 2007
Felices Fiestas
Publicado por José Antonio Gil en 12:48
Etiquetas: disertaciones
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