sábado, 1 de diciembre de 2007

Critica: Love Battlefield

Tras la mini-conversación que he mantenido con chica y su apoyo al romanticismo, he decidido inaugurar diciembre dedicandole una entrada en el blog relacionada con el tema. Por éste motivo pues, voy a comentaros un poco sobre una película bastante desconocida por estos lares que precisamente hoy le recomendaba a una amiga.

Love Battlefield (Ai zuozhan, 2004) es película hongkonesa que sin ser una obra maestra ni tener una carta de presentación especialmente impactante, me ha conseguido dejar una huella bastante importante. Pou-Soi Cheang hace con ésta película un experimento terriblemente complicado, absurdo creía yo antes de ver la película, tan arriesgado como es entrelazar un drama romántico con un thriller violento. Vaciad la mente. Olvidad por un momento las ideas preconcebidas del concepto que os he dicho hace un momento. No se trata de un thriller en el que el prota de echa novia, no tiene absolutamente nada que ver con Hollywood.



Aquí hablamos de un drama duro, tan violento -sentimentalmente hablando- que por momentos llegan a dar ganas de coger el guión y reescribirlo por piedad, por amor a los personajes. Al mismo tiempo los peones de la historia están viviendo otra historia diferente, llena de violencia -física, verbal-, un thriller que los envuelve en persecuciones, tiroteos y asesinatos. De alguna manera, máxime cargando con el lastre de un guión muy mejorable (obra de Joe Ma), Pou-Soi Cheng se las ingenia para que ambos géneros bailen al son de la misma música, se entrelazan como dos amantes y en la mayoría del metraje llegan a convertirse en algo nuevo, una nueva forma de ver las historias.

La historia empieza de una forma preciosa. Una sola escena simple, terriblemente sencilla pero maravillosa, en la que un hombre ayuda a una chica que ha perdido su zapato en el río a recuperarlo, y la lleva en bici a la ciudad. Esto es tan mágico que provoca que la caída que se va produciendo a lo largo de la historia impacte mucho más al espectador. La película empieza mostrándonos la monotonía en la que se ha convertido su relación y su ruptura. La escena de la ruptura me pareció especialmente dolorosa. Los actores (luego voy con ellos) consiguen transmitir el dolor y el enfado de una forma muy creíble, tanto que te deja mal cuerpo. Ésta ruptura es muy importante en la película porque provoca un punto de inflexión para toda la historia, que a partir de ese momento cambia de tercio radicalmente. Mientras cada uno medita las cosas y se replantea todo lo que ha ocurrido, se dan cuenta de que se aman profundamente y quieren arreglar las cosas; pero no llegan a hablar, justo antes Yui (el chico) es secuestrado por una banda de traficantes. Aquí se inicia la verdadera película, y es dónde todo empieza a entremezclarse. Los dos enamorados luchando por intentar hablar con él otro para pedirle perdón, la violencia del rapto y los tiroteos. Yui no es ningún héroe, es un enfermero al que obligan a punta de pistola a acompañar a la banda a la entrega y a mantener vivos a los miembros. Ching, la chica, llamándole con los ojos llenos de lágrimas y creyendo que no le coge el teléfono porque no quiere volver a verla. Y no pienso destripar más, pero la cosa evoluciona bastante, podéis creerme.

La película peca de un guión... por decirlo suavemente, mal escrito. Se vuelve tremendamente lento en algunos fragmentos, tiene lagunas importantes (aunque no es muy complicado rellenarlas), flashbacks innecesarios y momentos de la historia que están mal narrados; por ejemplo lo que hay justo antes del final, que aunque necesario se alarga excesivamente, llega a desesperar, y todo para provocar una escena final inmediatamente después que se antoja precipitada y de una duración muy corta. Aunque, debo admitir que ésto también ayuda enormemente al impacto en el espectador. A ésto ayuda la dirección, sencillamente magistral. Pou-Soi Cheng maneja los planos como pocas veces tengo el placer de ver en pantalla hoy día. Es capaz de cambiar el registro entre el drama triste, duro, de personajes, a la persecución más endiablada en cuestión de segundos, y que quede natural. La fuerza que transmite en muchas de las escenas es algo que recordaré por mucho tiempo como un referente, y como prueba os sugiero que recordéis (los que la hayáis visto) la escena de la autopista. Debo reconocer que cuando la película terminó volví atrás a revisionar algunas de éstas escenas; la de la autopista la vi dos veces seguidas. Me pareció magnífica, perfecta, en todos los sentidos. La fuerza visual que transmite, el impacto, el giro de la historia, los propios actores... toda una lección de buen cine en unos pocos minutos de metraje.

Los actores principales son Eason Chan (Yui, el protagonista), Niki Chow (Ching, la chica) y Zhiwen Wang (el jefe de la banda); impresionantes. Dotan de un realismo desgarrador a los personajes, haciendo completamente creíble la evolución que sufren (especialmente Yui) a lo largo de la historia, algo que realmente me ha sorprendido mucho dada la enorme complejidad que tienen. Pocas veces veremos en pantalla un reparto tan bien elegido, tan realista; realmente es uno de los puntos a favor más importantes de la película, son los que tienen todo el peso de una historia cambiante, llena de zarandeos en todas direcciones, y sin unos actores capaces de lograr que sus sentimientos sean tan tangibles, toda esta historia no tendría ningún sentido y cojearía por todas partes. Dicen que Pou-Soi Cheng es un gran director de actores; desde luego, ésta película puede dar fe de ello. Otro aspecto que merece mencionarse pero en el que no me voy a parar demasiado es la música. Es muy buena, y acompaña perfectamente la historia. Está compuesta para sonar sólo cuando es necesaria, dando más dramatismo a las escenas carentes de música. Algunos temas se te meten dentro y te arañan, potenciando enormemente el significado de la escena. Muy recomendable.

Personalmente es una historia que que me ha arrancado todo tipo de sentimientos, me ha revuelto el cuerpo por dentro. Desgarradora, con un final difícil de olvidar a la vez tierno y salvaje, poético, uno de esos finales que hacen que cuando salen los créditos finales no apagas, sino que te quedas ahí, pensando, dandole vueltas a lo que muchos llaman la Justicia Cósmica. Permitidme un consejo, lectores/espectadores, a ser posible no os encariñéis con los personajes, no empaticéis, porque si bien eleva la historia a un lugar nuevo, único, también provoca que os llevéis todo el metraje sufriendo por ellos, os enfadaréis, os entristeceréis, no veréis el motivo que tuvo ese maldito guionista para maltratar así a dos personajes que inician su andadura con una escena tan bonita como la del zapato en el río.

Es una película tremendamente romántica, pero ve el romanticismo desde el prisma de la violencia. Te priva de lo que tienes para que te des cuenta del valor que tenía, de que una decisión puede llevarte a perder todo lo que amas y arrastrar tu miserable vida por senderos dolorosos. Es al fin y al cabo un ensayo sobre la fragilidad del status quo, sobre la brevedad de la vida, es tener y no tener. La unión de dos géneros tan opuestos sirve como metáfora, son las dos caras de una misma moneda, que es el sufrimiento, el dolor, la angustia. Llora el cuerpo en una historia y el alma en la otra, y hasta que ambas partes del ser no se reconcilien no pueden llegar al inevitable desenlace de la historia, único momento en el que todo pasa a ser una misma cosa.

Aficionados al cine de YoFriki, si siguen mi consejo esta película es de visionado obligado. No es una obra maestra, no pasará a la historia, pero puede dar muchas lecciones de buen cine, inteligente, rodado de una forma realmente magistral y por qué no decirlo, propone dos horas realmente únicas en vuestras vidas.

3 comentarios:

L'Errant dijo...

las burbujas, las burbujas ¿donde estan?, oh dios mio, rediseño y una entrada digna del ladrillo de oro. Estais que os salis, seguid asi chavales.

Buen analisis de pelicula

POLE!!!!

Anónimo dijo...

Que detalle el dedicarme tu entrada, Legoland. ¿Como podria agradecertelo? tal vez cediendote mi cuerpo.....pero creo que invitarte a una copa algun dia sera suficiente, jaja. Pidete algo, que yo invito.En serio, gracias.
Tal y como has narrado la pelicula, debe estar muy muy bien, ya tengo ganas de verla! te felicito por tu critica y por tan buena recomendacion. Tan solo un pequeño comentario: No siempre se da uno cuenta de lo que tenia hasta que lo pierde, a veces no lo quiere ver nunca.

Diavaloo dijo...

De nada niña, hay que cuidar a los pocos visitantes que os dignáis a comentar! :P

Puede que tengas razón... No. Puede no. Seguro.

PD: Me guardo el "Vale por una copa", que lo sepas.

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