Scorpions pasó como un huracán por Almería.

Más vale tarde que nunca.



He de decir que he tenido una semana bastante ajetreada, por lo que no he podido ponerme antes con YoFriki y los artículos que tengo pendientes. Pero bueno, como ya he dicho, más vale tarde que nunca, así que aquí estoy para contaros como fue el recital de Scorpions en Almería.

Pero antes de hablaros de las actuaciones de los chicos de Klaus Meine tengo que hacer referencia a lo peor del evento: la organización.

Parece increíble como un evento relativamente pequeño (4000 personas no son tantas si uno pretende organizar conciertos con grupos de la talla de Scorpions) pueda estar tan terriblemente mal organizado.

Para empezar había seis filas formadas por vallas, pero todas en la misma puerta. El caso es que, cuando llegamos, tan sólo había gente en la fila del medio. Nos colocamos en una de las filas laterales para estar de los primeros, pero al poco comenzaron los problemas. Primero nos dicen que sólo valían tres de las seis filas. Vale, está bien.

Luego nos dicen que valen la fila del medio y una de las dos de los laterales, pero no dicen cuál. ¿Perdona?

Luego que sí que valen todas las filas, pero que nos retiremos unos metros de la puerta. Luego se lían a quitar filas para reorganizarlas, por lo que mandan a gente al final de las filas "válidas". Luego que nos echemos otros metros para atrás. Luego que sí que hay tres filas pero son las centrales. Que nos echemos para atrás. Que de las filas que valen ahora se han colado hasta los apuntadores. Que un poquito más para atrás. Que vamos a entrar ya. Un poco más para atrás y, ahora, vamos a entrar. ¡Un momento! Mejor nos ponemos en dos filas, una de hombres y otra de mujeres. Increíble, le daría un cero a la organización, pero, con lo que hicieron, casi que les doy un "No Presentado".

Y total, todo para que al final entrase embistiendo (cosa que tiene mérito, puesto que el día antes me había puesto chorreando en el concierto de Roger Waters y había pasado más frío que un perro chico en la tienda de campaña) y me coloque en la primera fila. En fin.


Pero a lo que vamos, que después de la más que notable actuación de los teloneros (Nocturnia) llegaron los Scorpions dando caña de lomo de la buena.



Antes de nada aclarar una cosa. Hay quien piensa que Scorpions es un grupo de solo baladitas. Hay quien piensa que, habiendo pasado 36 años desde su primer álbum no es posible que den conciertos salvajes. Hay quien piensa que los alemanes son tipos serios que no saben desfasar a lo bestia. Todos se equivocan.



Las dos horas y cuarto que duró la actuación de Scorpions fueron de las más intensas de mi vida. No sólo se dedicaron a sacar su sonido más potente sino que mantuvieron el ritmo y la intensidad hasta el final. Creo que aún tengo cardenales de darme contra la valla.



Antes de comenzar la gira, el grupo publicó en su página web una lista de 50 canciones para que la gente votase sus preferidas para el concierto. Ésta fue una medida acertadísima que dio sus frutos en un entregadísimo público que cantó todos y cada uno de los temas de los alemanes. Siempre he dicho que es un acierto darle a la gente lo que quiere.



Otro acierto fue el, aprovechando las dimensiones del evento, mantener al público tenuemente iluminado, de manera que ellos no sólo nos veían, sino que interactuaban con nosotros regalándonos guiños, gestos, baquetas y púas. Una experiencia totalmente diferente a la de los conciertos multitudinarios en los que el artista toca a 15 metros de la primera fila y solo dice "Gracias España".



Y es que los Scorpions no han llegado a viejos por casualidad. Saben moverse en un escenario como nadie, manteniendo la atención del público en todo momento y tapándose los unos a los otros para que todos tengan protagonismo. El control que llevan de los tiempos es maravilloso, encadenando temas cañeros con baladas, dando un respiro cuando la gente no puede más para volver con más caña de lomo.



Infatigables, obligaban al público a seguir saltando y cantando, a seguir cogiendo lo que nos lanzaban (Klaus Meine se dedicaba a tirarnos baquetas cada dos por tres, yo pillé tres y mi novia la púa con la que tocó Matthias Jabs, el solista), un auténtico espectáculo.



No he podido encontrar el track-list del concierto, pero os puedo asegurar que es el único concierto del que he salido sin la sensación de "Ha estado bien, pero al final no han tocado tal o cual". El ritmo salvaje al tocaron hizo que rápidamente perdiera la cuenta del número de canciones, pero estoy por asegurar que fueron más de 25. Como mandan los cánones.



Y hablando de cánones, tras la ficticia despedida y el minuto de parada volvieron con un Still Loving You cargadísimo de potencia, Wind of Change, Rock You Like a Hurricane y la probablemente mejor versión de No One Like You que he escuchado nunca. Un broche de oro para una noche de Hard Rock del bueno.





La única nota desagradable del concierto la puso uno de seguridad, que se quedó una púa que Pawel Maciwoda (bajista) le quiso dar a mi novia. Investigaciones de YoFriki han determinado que, aparte no tener ni media hostia, el segurata es un reprimido hijo de mamá que tiene que quedarse con lo que no es suyo para suplir los traumas que le causan sus padres poniéndole el disco de Bustamante para dormir y enseñándole el vídeo de su comunión a los amigos que pasan por su casa. Gracias a Dios, al final pillamos otra púa, porque me podría haber chafado la noche el gordo hijoputa ese.



Bueno, pues lo dicho, que el concierto fué una maravilla. No entraré a compararlo con el de Roger Waters (al cual tuve la suerte de poder asistir también) del cual ya hizo la crónica Legoland en su día, puesto que son espectáculos absolutamente diferentes y enfocados de otra manera. Creo que la mejor opción fue la mía, que me planté en los dos.



Un saludo mamones.

ACTUALIZACIÓN: Los vídeos los he cazado en youtube, pero las fotos son de mi señora y mías, para que veais lo cerquísima que estábamos. Si os fijáis, la cantidad de guitarras que llegan a sacar (unas 15, incluyendo un modelo Ferrari y uno Mercedes) es impresionante.