Cómo hacerse... ...las caretas de Pink Floyd.

Esta entrada responde a la avalancha de correos que hemos recibido en tufriki@gmail.com preguntando por las caretas que lucimos en el concierto de Roger Waters.

Que si son compradas o hechas, que cuánto valen, que si Roger nos ha dado su aprobación para ponernos una careta cuando él toca el bajo...

Pues bien, en YoFriki no queda ninguna pregunta sin respuesta (excepto la de por qué Legoland y Darthcom se empeñan en plagiar las entradas de Kirthash) así que os presentamos este How To de las caretas de Pink Floyd.



Materiales:




Lo primero y más importante es tener un sitio de trabajo y algunas herramientas mínimas. Yo tengo la suerte de que mi padre es el presentador de bricomanía y tengo un taller bastante hermoso en casa. Por motivos obvios no vamos a incluir en el presupuesto las herramientas que hacen falta, sino únicamente el material fungible.

-Tijeras
-Brocha
-Mesa de trabajo
-Periódicos y bolsas de plástico (para no manchar)
-Mechero o cerillas
-Rotulador
-Martillo (opcional)
-Boca perforadora (opcional)
-Remachadora (opcional, se verá más adelante)

-Pelota (vale para dos caretas): 0.75€
-Pintura (aquí se puede ahorrar mucho, puesto que compramos demasiada pintura y para mezclar): 7€, pero pueden ser 2-3€
-Gomilla (con un metro sale para dos caretas): 1€
-Remaches (son opcionales y su valor es irrisorio)

Bueno, pues si ya lo tenemos todo (al menos lo que no es opcional) vamos al turrón.


Recorte:



Lo primero es recortar la careta. Para ello le damos un picotazo a la pelota (sin miedo, que no explota) al lado de la válvula e intentamos recortarla de manera que queden dos semiesferas lo más iguales posible. La cara vista de la careta es la cara interior de la pelota, por lo que una de las dos mitades tendrá una válvula saliente, podemos cortarla también.

Con ayuda del rotualdor marcamos a ojo de buen cubero los ojos y la boca. No hace falta ser precisos, si hemos visto la película "Pink Floyd The Wall" sabremos que cada careta es diferente y sin una forma en concreto. Después de marcar los ojos y la boca se recortan con la tijera. Para ello lo más práctico es pegarle un pellizco y punto. No os preocupéis por ceñiros a lo dibujado, puesto que da igual, lo realmente importante es que el corte sea suave y sin bordes de sierra, puesto que después se podría rajar la careta por ahí.


Quemado:



A fin de evitar rasgaduras y de potenciar el aspecto de la careta procedemos a quemar los bordes de los ojos y de la boca. Para ello usamos el mechero o, como pasó en mi caso, las cerillas. Mucho cuidado en este paso, puesto que nos podemos quedar sin careta por exponerla mucho tiempo a las llamas.


Pintado:



Pues eso, pintar la careta. Recomendamos muy mucho a los manazas como yo que forren de plástico el sitio en el que se van a apoyar para pintar la careta. Nótese que para conseguir el tono de color adecuado hemos tenido que mezclar dos colores diferentes. Es muy posible que en la droguería de tu barrio encuentres un color idóneo, pero si no, te recomendamos el color albero junto con el teja. Es más que probable que tengamos que dar una segunda mano, pero eso vendrá después del secado.

Secado:



Parece una tontería, pero es importante dónde se coloca la careta para ser secada y de qué manera. Nosotros secamos sobre papel de periódico, pero ahora sabemos que hubiera sido mejor sobre bolsas de plástico, puesto que la pintura al secarse es pegajosa y el periódico se queda adherido. Es importante también que la careta quede apoyada sobre los bordes, para un secado uniforme de la pintura.

Remachado:



Esta parte es total y absolutamente opcional, pero muy recomendable, puesto que de no hacerlo nuestras caretas correrán serio peligro de desgarrarse.

Lo que vamos a hacer es colocar unos ojales en los agujeros para la gomilla similares a los que tienen los zapatos para que los cordones no desgarren el tejido. El proceso es muy sencillo. Primero se practican los agujeros (en nuestro caso cuatro puesto que queremos una gomilla doble) con la ayuda de la boca perforadora y un martillo. Una vez hechos los agujeros les pasamos los ojales y los remachamos con una remachadora de mano (la herramienta parecida a unos alicates). Para este último paso podemos ayudarnos del martillo y evitar así el abrirnos la muñeca.


Bueno, pues ya está, solo queda pasarle una goma, comprarse una entrada para la gira de Roger Waters y disfrutar de lo lindo siendo el más friki del concierto... ...o tal vez sólo seamos otro ladrillo en el muro.