jueves, 15 de mayo de 2008

Roger Waters nos llevó al lado oscuro de la Luna



Me late muy fuerte el corazón. El fin de semana pasado, algunos redactores y lectores de YoFriki nos desplazamos a Atarfe (Granada) para el único concierto en España de la segunda gira de The Dark Side of the Moon de Roger Waters el día 9 de mayo. Un absoluto descenso a la locura en un concierto tan acojonante que creo que moriré sin haber vivido una experiencia más intensa musicalmente hablando. Estoy hoy aquí para describiros un poco cómo fue, pero antes es de recibo poneros un poco en antecedentes de qué hemos ido a escuchar.





George Roger Waters es considerado uno de los mejores compositores del siglo. Asumió la dirección artística de Pink Floyd cuando Syd Barrett empezó a decaer (fruto de la droja y el colacao) y en poco tiempo se erigió como uno de los músicos más influyentes del rock, como vocalista, guitarrista, bajo y compositor de Pink Floyd.



No quiero meterme demasiado en la vida de Waters, porque no es el objetivo de éste artículo, pero conviene recordar que tras 'The Wall' (obra casi íntegra de Waters), las disputas entre él y el resto del grupo se intensificaron notablemente, y la cosa acabó muy mal cuando a mediados de los '80 salió 'The Final Cut', en cuyos créditos aparecía Roger Waters como autor y Pink Floyd como la banda que interpretaba su composibición. Ésto acabó por dividirles definitivamente en el '85. Hubo juicios por los derechos de autor de las obras, por quién puede y quién no puede sacar un cerdo volador, por quién se queda con la posibilidad de hacer obras de teatro, etc... Las disputas duraron años, hasta que a mediados de 2005 Bob Geldof (otro grande de la música, que además interpretó a Pink en la película 'The Wall'), organizó el Live 8 y Roger Waters volvió a tocar junto a sus viejos camaradas, en lo que sería el concierto de Live 8 con más éxito de su historia. Surgieron rumores sobre que si el grupo se reuniría para una gira o seguirían separados, pero finalmente Waters se fue en solitario de nuevo. Actualmente vuelve a hablarse de la posibilidad de que se unan de nuevo, pero tanto David Gilmour como Roger Waters desmienten esos rumores y dicen que no es probable.



Mucho antes de esas gilipoyeces, en el '73, Pink Floyd revolucionarían la música con un disco que muchos consideran no sólo el mejor del grupo, sino uno de los mejores discos de la historia de la música. Aunque personalmente prefiero 'The Wall', debo admitir que la grandeza de 'The Dark Side of the Moon' es sencillamente abrumadora. Ha estado en la lista de los 200 discos más vendidos durante más de quince años, y en 2004 aún se vendían más de 8000 discos semanales.

En una época en la que la mayor calidad de sonido era el vinilo, el ingeniero de sonido Alan Parson se atrevió a idear un sistema para cinco altavoces (cosa que no se pudo llevar a cabo en la versión final por motivos técnicos) en un disco que fusionaba rock psicodélico, progresivo, espacial, clásico, blues-rock y los primeros pasos de lo que en un futuro acabaría por convertirse en música electrónica (vía Alan Parson, cuya carrera experimental deriva directamente de lo que aportó en este trabajo). Cuando se grabó, en el estudio se usaron los aparatos más modernos que existían en aquella época, para poder sintetizar sonidos y loops. Podemos oír grabaciones de latidos del corazón, alarmas de relojes, bases electrónicas para los temas, una caja registradora e incluso entrevistas a gente (se les encerraba en un estudio de grabación a oscuras con un micrófono y se les pedía que respondieran a las preguntas que había en unas tarjetitas, del tipo "¿cuándo fuiste violento por última vez?", "¿tenías razón?", "¿le tienes miedo a la muerte?"). Paul y Linda McCartney fueron dos de los entrevistados, pero sus respuestas no se incluyeron en el disco.



'The Dark Side of the Moon' (en la reedición del '93 le quitaron el 'the' del título, yo usaré el título original) es un álbum conceptual que ahonda en un tema, la locura del hombre moderno. Aunque musicalmente sus temas fueron compuestos por todo el grupo (y toqueteados por Alan Parson), las letras de todos sus temas fueron escritas por Roger Waters, obsesionado con la locura tras lo que había ocurrido con su amigo Syd Barrett poco antes (dejó el grupo consumido por las drogas, y pasaría el resto de su vida penitente de ese problema). Además del peculiar estilo de sonido (que marcaría absolutamente el resto de la carrera del grupo desde entonces, siendo éste su punto álgido en el que encontraron por fin su sonido), el álbum tiene una sola pausa, y aún ésta es obligatoria (por el cambio de cara en el vinilo). Si bien sus temas son diferenciados, fue compuesto como una sola línea, un conjunto que hablara sobre las distinas presiones de la vida (dinero, guerra, tiempo, muerte...) que llevan a un hombre a luchar continuamente para no caer en la locura, temas que Waters ha tocado a lo largo de toda su carrera como compositor, bien sea con Pink Floyd o ya en solitario.

<< Pensamos que podríamos hacer algo sobre las presiones que personalmente sentimos que nos llevan a ir demasiado lejos... la presión de hacer mucho dinero, el tema del tiempo, el tiempo yéndose tan rápidamente; estructuras de poder organizadas, como la Iglesia o la política; la violencia o la agresión. Es una versión musical de ese cliché "Hoy es el primer día del resto de tu vida". Habla acerca de trabajar por metas que pueden convertirse en engaños. >>



La portada del disco muestra un prisma que descompone la luz blanca (la realidad) en múltiples colores (las interpretaciones que hacemos de ella). Éste prisma es la locura, como también lo es el lado oscuro de la luna, el lugar donde ya hemos perdido la conciencia y sólo nos queda vislumbrar la verdad. Es ahí donde se enfrentan la luz y la oscuridad, la locura y la razón, la vida y la muerte... y se convierten en una misma cosa al fundirse en una cabeza ida. Al final, todo es lo mismo, un ciclo, todo empieza y termina en ese mismo punto. El propio disco empieza y acaba con unos latidos de corazón representando el ciclo de la vida y la muerte.

Más tarde el grupo seguiría en esa ola psicodélica, llegando a su cénit con 'The Wall'. Pero esa, es otra historia y merece ser narrada en otra ocasión.



Tras la separación de Roger Waters del grupo, siguió en solitario y sacó algunos discos que fueron muy alabados por la crítica (trabajos conceptuales que ahondaban en sus temas recurrentes), pero bastante desconocidos por el gran público, en gran parte porque paralelamente Pink Floyd acumulaban más y más éxito, y ésto le eclipsaba. Nunca dejaré de maldecir el día que decidió separarse, si hubieran seguido juntos... oh, dios.



El concierto constaba de dos partes, mismo formato que la primera gira de The Dark Side of the Moon (en el 2006). En la primera, Waters y sus otros diez músicos tocaron temas de Pink Floyd y de los discos en solitario de Waters (sólo tres temas), y en la segunda parte todo el trabajo Dark Side of the Moon más un pequeño regalito a modo de despedida.

Hablaré primero de la parte técnica. Convirtieron el Estadio Municipal de Atarfe en una caja de sonido que me dejó literalmente con la boca abierta. Un sistema de sonido envolvente con ocho canales de audio distribuidos por las gradas laterales y el fondo, con sistema de surround en el centro, pantalla gigante de leds, un cerdo gigante y un astronauta hinchables, un prisma colgado sobre el escenario... para conseguir ésto han trabajado más de trescientas personas durante dos semanas, con un presupuesto de más de un millón de euros, y veinte trailers de equipo. Un despliegue absolutamente acojonante que os aseguro que se nota cuando estás allí, la música te envuelve y te levanta, te lleva por la partitura y te zarandea sumergiéndote en ese vórtice de locura que es su música. Decir también que tanto muchos de los mensajes de la pantalla como todos los escritos sobre el cerdo, estaban en castellano, cosa que agradezco mucho porque siendo éste el único concierto de la gira que se hace en España, denota que se han preocupado de que entendiésemos lo que nos querían contar, en vez de limitarse a ponernos lo mismo de todos los demás conciertos en inglés. Me pareció un gesto del que deberían aprender muchos.



Y es que, la mayoría de conciertos a los que he asistido siempre consiguen uno o dos puntos álgidos, un par de momentos especialmente impresionantes que hacen que recuerdes ese concierto mucho tiempo después. En éste caso me siento obligado a decir que casi es al revés, lo que conservas son los dos o tres momentos malos, porque hubo tantísimos puntos álgidos en ese orgasmo musical que personalmente perdí la cuenta. No se si quedarme con el primer grito en In the flesh?, el público al completo cantando Another brick on the wall (parte II), el comienzo de Time, PP cantando en Perfect Sense o The great gig in the sky, los escalofríos durante Shine on your crazy diamond, la locura de Set the controls for the heart of the Sun, el cierre con las dos guitarras para Confortably Numb, la fuerza desgarradora de Mother... demasiados momentos perfectos.



Por supuesto, no todo fue maravilloso. Hubo un par de problemas que me tocaron la moral, pero que sinceramente quedan eclipsados (ja, nunca mejor dicho, que chiste más malo) ante el resto. Lo primero y más evidente fue durante In the flesh?, que era el tema que abría el concierto. Si hubieran empezado más "tranquilos" no habría afectado tanto, pero siendo uno de mis temas preferidos y tocandolo tan jodidamente bien que directamente os digo que jamás lo he oído mejor (ni en estudio, ni en otros conciertos ni nada... tal y como sonaba en Atarfe os aseguro que ponía los pelos de punta), hubo un coitus interruptus lamentable casi al final del tema (a falta de medio minuto para el final, más o menos) cuando se les jodió un cable y dejaron de sonar algunos altavoces. Me dieron los siete males, y solo acerté a meterle un grito a Roger Waters diciendole "eee!!! ¡Y mis 70 pavos?", me dio el ansia asesina (entre el frío, la lluvia, las horas de espera y que jodieron mi tema preferido imaginaros...). Afortunadamente después del tema arreglaron el cable y no volvió a dar problemas en todo el concierto.

Otro problema que hubo fue al principio de Money, que el bajo que cogió Waters estaba desafinado. Sin embargo no tardó mucho en arreglarse, mientras tocaba iba dandole a la ruedecita en unos segundos lo puso bien. Eso pasa por cambiar tanto de instrumentos. El resto de problemas que hubo fue por la lluvia. Entre el viento y la lluvia (cosa que no impidió que siguieran tocando todo el concierto con sus tres horas de música) hacía mucho frío, y se ve que no se atrevieron a encender el enorme prisma que había sobre nuestras cabezas, que según me comentó alguien que había ido al de Barcelona del año pasado emitía luz blanca por un extremo y colores por el otro.



En general y salvando lo anterior, lo cierto es que el concierto fue impresionante. Jamás he asistido a un espectáculo que me impactase tanto, algo tan GRANDE. Siempre he dicho que Pink Floyd es uno de los tres que conforman la Divina Trinidad Musical (junto a Queen y Led Zeppelin, a uno de esos dos también los veremos este año), he crecido con ellos y es un grupo muy importante para mí. Si a eso le sumamos que el concierto fue una maravilla, que mejoraron muchos de los temas que tocaron (algunos como Set the controls for the heart of the sun os aseguro que me sorpredieron muchísimo) y que la gente con la que fui son gente MUY importante para mí, no puedo más que decir que la experiencia ha sido realmente maravillosa, que ha valido cada uno de los euros que he invertido (y que ahora que se cómo ha sido, no me habría importado que fuese más dinero) y cada una de las penurias que hemos sufrido (de ésto ya os hablarán mis compañeros, os adelanto que tuvimos lluvia, granizo, tiendas caladas, yo con fiebre, un redactor y un lector malitos de la barriga, gritos en la noche, mucho amor, cenas en duchas femeninas, ranas, ejércitos liliputienses fijándose en nuestras amigas, un tío jodidamente pesado, camisetas impermeables...).

La lista de temas que tocaron es ésta:

1. In The Flesh?
2. Mother
3. Set The Controls For The Heart Of The Sun
4. Shine On You Crazy Diamond (Partes I-V)
5. Have A Cigar
6. Wish You Were Here
7. Southampton Dock
8. The Fletcher Memorial Home
9. Perfect Sense (Parte I)*
10. Perfect Sense (Parte II)*
11. Leaving Beirut*
12. Sheep
13. Speak To Me / Breathe
14. On The Run
15. Time
16. The Great Gig In The Sky
17. Money
18. Us And Them
19. Any Colour You Like
20. Brain Damage
21. Eclipse
22. The Happiest Days Of Our Lives
23. Another Brick In The Wall (Parte II)
24. Vera
25. Bring The Boys Back Home
26. Comfortably Numb

Los temas con asterisco (*) son de la carrera de Roger Waters en solitario. Los demás, de Pink Floyd. Los temas 13 al 21 componen el disco The Dark Side of the Moon al completo.

A continuación, os dejo videos de conciertos de Roger Waters siguiendo la lista de temas que tocaron para que os hagáis una idea aproximada de como fue:


IN THE FLESH



MOTHER



SET THE CONTROLS FOR THE HEART OF THE SUN



SHINE ON YOUR CRAZY DIAMOND



HAVE A CIGAR



WISH YOU WERE HERE



SOUTHAMPTON DOCK



THE FLETCHER MEMORIAL HOME



PERFECT SENSE (I y II)



LEAVING BEIRUT



SHEEP



SPEAK TO ME / BREATHE



ON THE RUN



TIME



THE GREAT GIG IN THE SKY



MONEY



US AND THEM



ANY COLOUR YOU LIKE



BRAIN DAMAGE / ECLIPSE



THE HAPPIEST DAYS OF OUR LIVES



ANOTHER BRICK ON THE WALL (parte II)



VERA / BRING THE BOYS BACK HOME



CONFORTABLY NUMB





Roger Waters ha hecho éstas giras acompañado de siete músicos y tres coristas, aunque algunos de ellos han ido cambiando durante los tres años que lleva ya de gira. Además Nick Mason, miembro de Pink Floyd, estuvo a la batería en algunos de los conciertos. Los músicos son:

* Roger Waters – Voz, bajo y Guitarra acústica
* Andy Fairweather-Low – Guitarra, bajo y coros (ha grabado y tocado en directo con George Harrison, The Who, y Eric Clapton).
* Snowy White – Guitarra eléctrica (miembro de Thin Lizzy).
* Dave Kilminster – Guitarra eléctrica, voz y segundo bajo.
* Jon Carin – Sintetizador, Guitarra, “lap steel guitar” y voz (ha tocado anteriormente con Waters, con Pink Floyd cuando éste ya no estaba, con David Gilmour, y con The Who).
* Harry Waters – Teclados, sintetizador (Es hijo de Roger Waters).
* Ian Ritchie – Saxofón, EWI y segundo bajo.
* Graham Broad – Batería y percusión
* Katie Kissoon - Coros (ha actuado con Elton John, Eric Clapton, Van Morrison, y muchos otros).
* P. P. Arnold - Coros (ha hecho coros para Ike y Tina Turner.)
* Carol Kenyon – Coros (ha grabado con Van Morrison y Tears for Fears).



Imagino que los otros redactores editarán esta noticia para añadir sus propias impresiones de cómo fue todo, os invito a revisitar esta entrada en busca de sus comentarios.

Ha sido un concierto con muchísima fuerza. No era sólo música en directo. Era muchísimo más que eso. Una sensación de que la música te penetra con fuerza. A ratos, la sensación es incluso de irrealidad, como si no fuese posible tanta grandilocuencia en un concierto. Realmente siento que es muy probable que nunca jamás llegue a asistir a un concierto tan grande como éste. Me late muy fuerte el corazón.

3 comentarios:

Miriam dijo...

¡Obra maestra de concierto!

Hubo momentos increibles y sobretodo irrepetibles. Temas como Mother, Time, Shine on You Crazy Diamond, Confortably Numb o Another brick in the wall, hicieron vibrar cada parte de mi cuerpo.

Si a eso le unimos el concierto que fui el sábado de Scorpions hace que el fin de semana pasado fuera uno de los mejores de toda mi vida.

La Chika dijo...

Fin de semana increible y concierto apoteosico

Anónimo dijo...

hola, me encanta waters, les dejo mi msn nadineaguilar@hotmail.com agreguenme o escribanme me lo lei entero, yo tambien fui al concierto y fue flipante!!!!!!! me encanto, escribanme

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