En este mundo asquerosamente comercial en que vivimos en el que sólo importa el dinero que se pueda exprimir a los clientes en potencia, hemos tenido que soportar más de una aberración por parte de ejecutivos con ideas felices dispuestos a adaptar con el culo videojuegos o libros (véase Double Dragon o Eragon), sacar secuelas como churros (véase cualquiera de las que siguieron a Viernes 13 o a Mortal Kombat, imprescindible lobotomía tras el experimento) o... como en el tema que nos ocupa, remakes. Los que creen que lo que vende es una buena idea no son más que unos insensatos adictos al trabajo; lo que vende es reciclar lo que ya vendió y volver a colarlo, de la forma más rápida y efectista posible, para que llene salas en los primeros días y salga rentable. Cuando el arte se prostituye y ya sólo depende del dinero es el primer síntoma del apocalipsis.
Y es que hay varios tipos de remakes de películas. Están los buenos remakes, que realmente aportan algo nuevo o suponen una merecida puesta al día, como sucedió con El Amanecer de los Muertos (aquí Zack Snyder se atrevió con una del genial George A. Romero, y en mi opinión le salió incluso mejor), Las colinas tienen ojos (Alejandrito, me los pusiste de corbata) o incluso Ocean's Eleven (remakeando La Cuadrilla de los Once, y mejorándola notablemente gracias a un ritmo mucho más marcado, elegancia y medios). Luego están los remakes que no aportan nada, y sólo sirven para ver lo mismo pero con una calidad de imagen mínimamente mejorada (Superman Returns la sigo considerando un remake digan lo que digan... y lo de Psycho era poca vergüenza). Luego están los más, los remakes innecesarios que se cargan la memoria de lo que fue y lo prostituyen (Vanilla Sky, Rollerball, La matanza de Texas, La pantera rosa, El planeta de los simios... y un larguísimo y terriblemente vergonzoso etcétera).
Pero la cosa no acaba aquí. Oh no, porque hay otro escalón aún más bajo en los remakes. Adalides del gusto por la sodomía de clásicos, sin el menor respeto por obras que han marcado un hito en la historia, riéndose en la cara de los espectadores y diciendoles "mirad, vamos a coger esto que tanto os gusta, nos lo vamos a cargar como nos de la gana, y os vamos a cobrar por ello"... ahí es donde un remake innecesario se convierte un remake que necesita que alguien lo detenga.
Intentaré soltarlo rápido para no haceros sufrir más.
Van a hacer un remake de The Rocky Horror Picture Show.
Uf.
Se estrena en Halloween del año que viene, aún no hay actores, director, nada, pero dicen que es probable que la música cambie.
Richard O'Brien, si te decides a coger tu pistola de rayos y cargar contra esos enviados del Averno que pretenden hacerle a tu obra lo que Peter Hinwood a Tim Curry cuenta conmigo. Malditos sean un millón de veces.
El por qué The Rocky Horror Picture Show es una de mis películas favoritas y me parece una maldita obra maestra en todos los sentidos es algo que dejaré para un futuro artículo (que alguien me lo recuerde por favor), porque si me pongo a rajar sobre ello el artículo se haría excesivamente largo. Por hoy, baste decir que no hay modo alguno en que se pueda mejorar a día de hoy, al menos en mi opinión. Para empezar, lo primero que cambiará serán los actores (que por motivos evidentes ya no dan el tipo treinta y dos años después), y no concibo a nadie capaz de encarnar mejor al doctor Frank N' Further que el GRANDÍSIMO Tim Curry, difícil encontrar esa mezcla de inocencia y belleza que tenía Susan Sarandon, un Eddie tan carismático como el mítico Meat Loaf y por supuesto, no habrá mejor Riff Raff que el propio Richard O'Brien. Si encima le cambian la banda sonora, apaga y vamonos.
Putos ejecutivos. Sólo pensáis en el dinero. Cabrones.
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Fuente: Las Horas Perdidas.
jueves, 24 de julio de 2008
Tanto remake, tanta mierda. Ahora van a sodomizar The Rocky Horror Picture Show.
Publicado por Diavaloo en 21:15
Etiquetas: Cojones de Piedra, Lego se cabrea, musica, obra maestra, peliculas, peliculon, protesta
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1 comentario:
Haré campaña para no ver este remake.
Es más, haré campaña para descargar esta película de internet. Si ellos quieren ahorrar en ideas, que nos dejen a nosotros ahorrar en euros.
Qué poca vergüenza, y yo que me creía que con Robocop y Los Inmortales ya se estaban pasando de la raya...
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