martes, 9 de septiembre de 2008

Crítica: El Caballero Oscuro

Algunos hombres no se guían por la lógica. No se les puede comprar, amedrentar, ni razonar o negociar con ellos. Algunos hombres sólo quieren ver el mundo arder.






Mucho hemos tardado en traeros la crítica de la última entrega de las aventuras del murciélago. Se que nos hemos hecho esperar y que para la mayoría -que ya habréis visto la película incluso varias veces, como es mi caso- no os vaya a contar nada nuevo. Sin embargo, desde que asistimos al estreno (tras haber visto, por supuesto, Batman Begins), supe que no sería capaz de escribir una crítica objetiva sin haberla dejado madurar, habiéndola visto una sola vez y mareado de tantas sensaciones como me produjo la cinta. Necesitaba digerirla, pensar en ella, volverla a ver para acercarme de otra forma, poner un poco de distancia y conocer mejor la obra, antes de lanzarme a escribir una crítica que de otra forma no hubiere sido más que una simple alabanza. Y es que, ya os adelanto que mi primera impresión en el cine, con una lágrima asomando una sonrisa de oreja a oreja, fue la de haber disfrutado en una sala de cine como no lo hacía desde hacía mucho tiempo. Ni siquiera era consciente de sus carencias, que por supuesto las tiene, e incluso sólo era capaz de atisbar lo que quería contarnos desde muy lejos. Mi primera impresión fue un viaje endiablado, a toda velocidad y lleno de peligros, por lo más recóndito de una Gotham en guerra. Y joder, lo disfruté como un enano. Pero hay más, mucho más. Y creo que es mejor empezar por el principio. Los que no hayáis visto la película dejad de leer aquí, porque voy a desvelar aspectos importantes de la trama. Pensaba avisar de spoilers, pero para la mayoría de cosas que quiero decir necesito tocar escenas clave, así que para los que no la hayáis visto os resumo la crítica: el guión tiene agujeros, aunque yo los considero salvables, la película es muy buena, os la recomiendo, fin.

¡Y ahora, al turrón!

Desde que Joel Schumacher destrozara el personaje en la segunda mitad de los noventa, con un Batman Forever que sólo lo más fanáticos pueden subirla de "mala" y un Batman y Robin que se queda en lamentable, pocos creían que la saga de Batman pudiese resurgir de alguna manera. El propio Tim Burton ya había metido la pata a base de bien con su Batman Vuelve, y en general la saga, aunque prolífica en secuelas y en recaudación, se había convertido en poco más que una vergüenza, tanto cinematográficamente como para los amantes de los cómics en que se basa.

Y entonces llegó él.

Christopher Nolan se atrevió a coger el toro por los cuernos y darle un lavado de cara absoluto, presentándonos un mundo más real, más tangible. Hizo una película de superhéroes no sólo competente, sino muy buena, quizá algo sobrevalorada, pero divertida y terriblemente interesante, que sorprendió a propios y extraños por lo inesperado de tal tratamiento. Yo mismo fui reacio a verla, me negaba a volver a sufrir otro Batman y Robin, pero afortunadamente Darthcom me convenció y me llevó -gratis, debo añadir- a verla; y difruté, me encantó, me pareció una de las mejores películas de superhéroes que se habían hecho. Tomando como tema central el miedo, le dio varios giros y nos "rebajó" la historia hasta que pudiéramos creernos, en la medida de lo posible, lo que veíamos en pantalla. Convirtió la fantasía oscura de neones de Schumacher en algo serio, sobrio, con un tratamiento más adulto, con carencias y fallos pero indudablemente cuidado.

Y entonces, Nolan maduró.

La cinta centrada en un héroe como protagonista absoluto quedó relegada a la mera presentación de una ciudad y sus circunstancias, personajes y sobre todo, problemas. Si creí que Batman Begins era adulta y madura, tras ver El Caballero Oscuro me parece una simple aventurilla, una presentación como he dicho hace un momento, un mero divertimento para poder sacar toda la artillería en una cinta que rebosa calidad en absolutamente todos los aspectos que la componen. El Caballero Oscuro empieza por dejar claro que no piensa estar sujeta a las normas establecidas por géneros. Tenemos a Batman y sus batartilugios, tenemos al Joker... pero no es una película de superhéroes, o al menos no lo es en el sentido que estábamos acostumbrados, no sigue el esquema clásico ni lo intenta, no cae en la frivolidad con que Hollywood trata este tipo de cine ni ridiculiza los personajes. La película es, ante todo, un thriller policíaco perfectamente hilado, con un ritmo trepidante que no cesa en ningún momento, violenta y seria, oscura (en su trama, que no en su fotografía, mucho más brillante que en la anterior), trata temas serios -empezando, claro está, y aquí es donde más bebe del cine de superhéroes, por la clásica lucha del bien contra el mal, la ley contra el caos-. Se permite una mala leche que no había visto en este tipo de cine, e incluso se permite mostrarnos un villano que pese a estar pintado como un payaso, reír, y ser básicamente aquél con quien se pelea el protagonista, es alguien que da verdero miedo.


Tenemos una película que a primera vista va de cómo Batman se enfrenta al Joker, pero tras meditarlo un momento nos damos cuenta que en realidad ambos son meros figurantes de la verdadera trama: el auge y caída del caballero blanco, el que estuvo llamado a ser el auténtico salvador de Gotham. La película trata así de un tema que hemos visto otras veces, la corrupción, el cómo incluso los más nobles, los más honorables y con mejores intenciones, pueden llegar a chocar tan fuerte contra el muro que caigan en la desesperación y la locura, cambien de bando y se conviertan en aquello que odiaban. En "La broma asesina" de Moore se trató este tema, de una forma notable por cierto. Aquí lo veremos de una forma un poco diferente, pero igualmente válida, con otros personajes y otras situaciones, con el Joker como maestro de ceremonias como ya ocurriera en la obra de Moore. El argumento, por tanto, nos cuenta -a través de persecuciones, robos y demás florituras del género policíaco- cómo un hombre incorruptible, un paladín impoluto y noble, es empujado al Lado Oscuro -permitidme la expresión, seguro que me entendéis perfectamente- y cómo ello provoca que el Batman vigilante de la anterior película se vea obligado a convertirse en el caballero oscuro, con todo lo que eso conlleva.



Batman ha madurado respecto a la anterior entrega. Dejó de ser un joven cabreado que se pone un traje para limpiar la ciudad y se ha convertido en un vigilante nocturno que vela por la seguridad de las calles, que se enfrenta a la mafia entera él solo y para más inri con éxito, hasta el punto de que los maleantes no se atreven a salir a la calle cuando el su símbolo está encendido en el cielo, por miedo a que venga a por ellos. Se ha convertido en un caballero andante, una especie de paladín de la justicia, un cruzado que ha dedicado su vida entera a luchar contra lo que él considera el mal, a hacer cumplir la Ley a su manera, a través del miedo. Sin embargo su figura empieza a perder fuerza porque el rumor de que no mata, que sólo golpea y amenaza, se está extendiendo. Además, presentan a un personaje más cercano, más real, mucho más humano. Al principio de la película dos perros le muerden el brazo y le hacen serias heridas. Es un batman que duda, que sufre, que se preocupa y busca una solución para los problemas mucho más allá de simplemente liarse a tortazos.

La película sin embargo, huye de la forma de definción de personaje que tomó la anterior -centrando todo lo que ocurre en él- para hablarnos de Batman a través de los demás personajes, a través de Gotham. Batman es cómo le ven los demás, cómo afecta a las vidas de sus aliados y enemigos. Cómo han empezado a surgir imitadores en las calles intentando seguir sus pasos erróneamente y cómo ese problema afecta a la ciudad. Y aquí es donde entra con una fuerza imparable el Joker, un personaje que más que el antagonista se convierte aquí en el hilo conductor de la cinta, describe profundamente a Batman por contraposición a todo lo que representa, sus acciones mantienen la tensión en la trama en todo momento, y es quien provoca todo lo que veremos a lo largo de la película, tanto enfrentamientos como la evolución de los demás personajes. El Joker es un huracán que arrasa con todo cuanto se le acerca, pone la ciudad patas arriba y luego se ríe de ello.

Toda la ética, la moral y el orden que representa Batman están, con la misma intensidad pero invertidas de forma absoluta, en el personaje del Joker. Tenemos a un tipo sin valores morales de ningún tipo, sin nada que perder, solitario y absolutamente demente, cuya única motivación parece ser sembrar el caos más absoluto, el mal por el mal, ver cómo a los demás se le desmontan sus creencias, y en última instancia quizá demostrar que en el fondo todos tenemos un atisbo de locura y de maldad en nuestro interior, todos somos oscuros, corrompibles. Cada aspecto de su personalidad define a Batman por ser exactamente la contraria, es el némesis perfecto, y si hay algo en lo que ambos se parecen es en la inevitable atracción por la teatralidad y la puesta en escena, la escalada de la que hablaban en el epílogo de Batman Begins. Pero aún más que eso, aún aparte de la locura y la moral, lo que aporta este nuevo Joker -radicalmente diferente del que hizo Nicholson en la película de Burton- es una realidad terrorífica. El Joker es un tipo común, de la calle, tangible, es real el maldito, y esa sensación de que no es un supervillano sino un asesino que podría ser tu vecino, con la cara pintada para dar más miedo, es lo que hace que en algunas escenas tiemble al verle. Tiene cicatrices en la cara, pero lo demás no es más que maquillaje para dar miedo. Es un tipo capaz de grabar una snuff movie y mandarla a la policía riéndose sin parar. Alguien que cuando mira te acojona. Perdonadme la expresión, pero es el malo más hijo de puta que he visto en mucho tiempo, me dio miedo de verdad. Y por cierto, obviando la escena inicial del robo al banco, la presentación del personaje dura aproximadamente medio minuto, con una serie de mafiosos mirándole y él con un lápiz en la mano. Parece estúpido, pero os aseguro que pocas veces en mi vida he visto una presentación de personaje tan contundente y autoexplicativa como esa escena, brillante.

Sin embargo y pese a todo, el Joker no es una pieza fundamental en la película, como tampoco lo es el propio Batman. El Joker cumple dos funciones, por un lado es el hilo conductor de la trama, es quien asesina y roba, quien se enfrenta a los protagonistas y pone la ciudad patas arriba, llegando incluso a ser peligroso no sólo para la policía y Batman sino también para los propios mafiosos, y por el otro es el detonante de la locura de Dent, quien derroca al caballero blanco y provoca en última instancia el paso de Batman a convertirse en el caballero oscuro. Como él mismo dice, es un agente del caos, y el personaje está construido de una forma tan sumamente caótica que no sólo no nos cuentan absolutamente nada sobre él -ni nos importa lo más mínimo- sino que cada palabra que sale de sus labios es una mentira o contradice directamente lo que dijo dos escenas más atrás. Probablemente para algunos este detalle es un fallo de guión; personalmente lo veo un acierto, una forma de acentuar aún más la locura del Joker.

Con menos minutos en plano pero un peso muy superior en la trama tenemos a Harvey Dent, el auténtico eje de la película. Su misión es la misma que la de Batman, conseguir una ciudad "limpia", eliminar la corrupción, vencer a la mafia, en definitiva otro cruzado. Sin embargo a él lo llaman el caballero blanco, porque lo hace por la vía legal. Como fiscal del distrito, de cara al público y con la ley en la mano, lucha contra toda la basura que puebla las calles de Gotham. Cuando el Joker asesina con una bomba a Rachel, que en esta película es la novia de Dent e incluso van a casarse, provocando de camino que la mitad de su cara se queme y su vida se vaya al traste, Dent abraza la locura que el propio Joker le sirve en bandeja, dejándose arrastrar hacia lo que odiaba, y convirtiéndose en un asesino que empieza por buscar venganza y acaba por perder definitivamente el norte, obcecado con lo mal que han salido las cosas. El personaje evoluciona primero hacia arriba, luchando casi ciegamente por unos ideales que cree justos y perfectos, con un afán incorruptible -curioso, ¿Verdad?- por conseguir aquello en lo que cree, hasta que por fin el dolor que el Joker le provoca le hace sumirse definitivamente en un pozo oscuro del que ya nunca saldrá. Con su caída, además, provoca que el vigilante, el vecino misterioso que era Batman, se vea obligado a ser lo que Gotham necesita que sea, deba convertirse en ese caballero oscuro capaz de matar, cargando así con la culpa de lo que hizo Dent, echándose a la espalda la mala prensa y a la policía, para que la ciudad pueda seguir creyendo en lo único que pudo salvarles, un caballero blanco que les dio esperanza. Es curiosa la forma que tienen de enseñarnos la moneda de Dos Caras, o lo que ocurre con Batman y el Joker (dos caras de otra moneda), como metáfora de lo que se centra la película, la guerra del bien contra el mal, el orden contra el caos.



El resto de personajes son menores. Quizá destaque un Gordon con más peso en la historia que en su predecesora. Por lo demás, tenemos lo de siempre, Lucius Fox y Alfred Pennyworth se limitan a ser meros apoyos para Batman/Wayne (el primero hace de M o Q y el segundo de madre prácticamente), y Rachel no tiene apenas importancia excepto por la escena crucial que provoca la caída en picado de Dent. El personaje de Rachel es curioso, porque aunque lo considero casi prescindible en ambas películas, incluso cargante en ocasiones, es absolutamente vital para entender en toda su magnitud todo lo que aquí se cuenta.

La dirección de Nolan ha mejorado notablemente respecto a la anterior. La acción es mucho más frenética, aunque abriendo más los planos y permitiendo seguirla mejor, la sobriedad se conjuga muy bien con unas escenas de acción y sobre todo del Joker en primer plano, que sencillamente sobrecogen. Un detalle que me llamó la atención es que empieza directamente, no hay título ni créditos iniciales, sólo una bruma (¿quizá humo o fuego?) oscura y el símbolo de batman, y al turrón, inmediatamente tenemos ya al Joker de espaldas dispuesto a robar un banco. La película navega entre el drama, la acción más hollywoodiense (el secuestro del chino bien podría haberlo hecho Ethan Hunt), el mejor Michael Mann (¡por dios, ese interrogotario en el que casi me levanto a besar la pantalla!), el cine de amoríos (hay un triángulo amoroso de lo más destructivo entre tres personajes clave), o incluso algún leve coqueteo con la comedia más ligera (en las conversaciones con Alfred). Pero sobre todo, es un thriller policíaco de los de verdad, con una trama detectivesca muy interesante que te mantiene pegado a la butaca viendo cómo se las van a apañar para atrapar al asesino. Todo acompañado por una banda sonora de obra maestra, fruto de la segunda colaboración de Hans Zimmer y James Newton Howard tras Batman Begins, que recomiendo muy encarecidamente a todos.

De los actores casi me da vergüenza hablar. Que yo recuerde, no veo en pantalla un plantel de actores tan acertado -tanto en su elección como en su interpretación- desde películas como El Padrino o 12 hombres sin piedad. Todos, absolutamente todos, están perfectos en su papel. Y el resultado a nivel de intepretación es mejor que la suma de cada inviduo, porque hacer bien un papel cuando quien te da la réplica está perfecto, hace que el tuyo gane aún más. Si a ésto añadimos que veremos desfilar por pantalla actores como Morgan Freeman, Michael Caine, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Christian Bale o el gigantesco Gary Oldman (que confieso, le considero uno de los mejores actores vivos), entonces el resultado es admirable. Lo mejor de todo no obstante, es que sus papeles están tan conseguidos que ni siquiera te paras a pensar que son ellos. No es un gran actor interpretando un gran papel, es el comisario Gordon, y punto. Cuando la película acabe será cuando pienses "coño, que bien lo hace Gary Oldman". Puede que éste sea el aspecto que más me ha gustado de la película. Sin embargo de he de decir que aunque mucho se ha hablado de Heath Ledger y su actuación, incluso hay quien reclama Óscar póstumo, yo no considero que sea el que más consigue su actuación. Es muy bueno, eso es indudable, pero reconozcamos que el histrionismo propio del Joker y el maquillaje -amén del tratamiento que se le da en el guión- son aspectos que hacían un poco más sencillo interpretar ese personaje que hacer por ejemplo el de Dos Caras. Y no he dicho Dos Caras por casualidad, le menciono porque Aaron Eckhart es, (junto a Gary Oldman), quién más me ha gustado. Consigue, en la mayor parte de la película, construir un personaje terriblemente carismático, un buen tipo, un caballero blanco, para luego caer justo al otro extremo y convertirse en una bestia, y en ambos registros está más que correcto, su luz se come a Christian Bale, que como contrapartida creo que es quien más flojito está de todo el plantel (lo que no quiere decir que lo haga mal, ni muchísimo menos). La chica, Maggie Gyllenhal, es buena actriz, pero su papel no tiene nada realmente, es bastante insulso y sólo está para lo que está.

No todo son cosas buenas. La película no es perfecta, y adolece de algunos agujeros de guión que si hubieren tapado sería ya para regalarle noches de amor incondicional a los guionistas. Y aún así, son pequeños. Lo principal es lo referente al Joker. Vale que es un tipo calculador y que planea las cosas al detalle -por mucho que luego le diga a Dent que no lo hace, tenemos la escena de la huida de la cárcel o la del robo al banco que lo desmiente-, pero hay cosas que se pasan de la raya. Cuando se fuga de la cárcel, lo hace en base a un plan que se supone que tenía desde tiempo atrás -incluyendo secuestros y demás-, sin embargo en la cárcel no dura ni una noche, y lo meten ahí porque su anterior plan -el del asesinato de Dent en el furgón- le sale mal y no consigue matar a Batman ni a Dent (porque, entre otras cosas, no podía saber que Gordon seguía vivo). Es un poco rebuscado, así como otros momentos de la película (¿cómo va poniendo bombas por donde quiere?), en los que parece que no es humano, que es más bien un dios capaz de hacer lo que quiera cuando quiera, y de conocer secretos. No creo que sean fallos, sino más bien agujeros, no nos han contado cómo hace ésto y aquéllo, y habría estado bien en mi opinión. Entiendo de todas formas que se ha hecho así pensando en el ritmo narrativo, que es impecable, es tan bueno el maldito ritmo que las dos horas y pico que dura la película se pasan en un suspiro. Ojalá el dvd traiga esas escenas para poder completar la información, y seré plenamente feliz.

Otro problema que tiene la película es la voz que tiene Batman. No Bruce Wayne, Batman. Lo lógico es que tuvieran la misma voz, ya que lleva la boca descubierta. Pero no, Bruce habla como Bale y Batman como Carmen de Mairena con resaca metida en un botijo. Corta muchísimo el rollo al principio, y en ocasiones casi ni se le entiende (en la versión doblada, en la original sí se le entiende pero sigue sin sonar natural). También es un problema la pasada de vueltas que se dan con el tema de los móviles y la visión de sónar de Batman, o lo de la bala... vale que es Batman, que está basada en un cómic y todo eso, pero si pretendían -y consiguen- acercarse al realismo, quizá debieron prescindir de ese tipo de cosas, yo al menos así lo habría preferido. Y por último, y ésto no es un fallo sino una opinión mía, creo que el hijo de Gordon debería haber muerto. Ahí a los guionistas les faltó mala leche. Habría estado muy bien como colofón final, y además le habría dado a la hija la motivación que necesitaba para ya sabéis qué.



Hasta ahora no he hablado sobre la muerte de Harvey Dent al final de la cinta. No quiero meterme mucho en el tema. Todos sabéis que según los cómics, es un enemigo habitual, y por tanto no debería morir. Sin embargo en la película parece que muere. Hay quien ha jugado con la idea de que al no haber sangre ni nada por el estilo, quizá no nos han mostrado que sobrevive, y volveremos a verle, como si lo que hubiera muerto fuera Harvey y sobrevive Dos Caras... Aaron Eckhart ha confirmado en una entrevista que su personaje muere al final, que así lo dijo Nolan, y que seguro que no volverá. Bueno, aunque cuando lo vi es algo que me llamó mucho la atención y no quise creerme que había muerto, ahora pensándolo fríamente no lo veo mal. Ha cumplido su cometido, ha tenido una -gran- película contando todo lo que se podía contar del personaje, y una posible aparición en otras sólo serviría para tener un antagonista que le dispare a Batman. Es mejor así, su muerte empuja a Batman al cambio y cierra magistralmente una película redonda. Además, propicia el monólogo de Gordon, que aunque quizá sobra un poco porque no aporta nada y sólo sirve para acelerarnos el pulso y hacer que asomemos una lagrimita de emoción, por lo jodidamente épico que es (y por cómo está dirigido, con la voz en off y las imágenes de Batman huyendo, la música sonando en toda su grandilocuencia, la empatía que hemos desarollado por los personajes a flor de piel...), ya merece la pena. A mí al menos se me pone el corazón en un puño.

Y bueno, hasta aquí la crítica del Caballero Oscuro. Ha quedado algo larga ¿no? Espero que compense un poco el tiempo que hemos tardado en traerosla, y el tiempo que hemos estado inactivos. Si has leído hasta aquí sin haber visto la película eres un maldito hereje blasfemo infiel y ojalá Batman te persiga hasta tu casa y te arranque los pelos de la nariz uno a uno, y abandona esta página por favor, porque te acabas de joder mediante batspoilers la mejor batpelícula del lustro. Y además no me caes bien.

Os dejo el monólogo de Gordon, en su versión en texto -en castellano- y en audio -en inglés-:

Batman: Se un héroe, o vive lo suficiente para convertirte en el villano. He perdido cosas. Porque no soy un héroe. No como Dent. Yo he matado a esa gente. Eso es lo que puedo ser.

Gordon: No, ¡no! ¡No puedes! ¡No eres...!

Batman: Soy lo que Gotham necesita que sea. Da la alarma.

Gordon: Irán a por tí.

Batman: Tú irás a por mí. Me condenarás. Echarás a los perros tras de mí. Porque eso es lo que tiene que pasar. Porque algunas veces la verdad no es lo suficientemente buena. Algunas veces la gente merece algo más. Algunas veces la gente merece que su fe se vea recompensada.

*Batman huye*

Niño: ¡Batman! ¡Batman! ¿Por qué corre papá?

Gordon: Porque tenemos que ir tras él.

Niño: No ha hecho nada malo.

Gordon: Porque es el héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora. Así que vamos a por él. Porque él puede aguantarlo. Porque él no es un héroe. Es un guardían silencioso. Un protector vigilante. Un caballero oscuro.




8 comentarios:

L'Errant dijo...

Me duelen los ojos de lo larga que es tu entrada tio pero coincido letra a letra en esta critica.

Sin embargo a mi particularmente joker no me termina de agradar del todo aunque mejor que Nicholson si que lo hace. Un saludo yofrikiers, estudiar y ya nos veremos por las sevillas pronto.

Diavaloo dijo...

El de Nicholson era mucho más fiel a lo que hemos visto en los cómics, y por eso es un mejor Joker. Es más el personaje, llenó la película de tal forma que eclipsó absolutamente todo lo que salía en ella, y Burton se recreó en ello además, hizo una película sobre él y le salió muy bien (aparte de ser la primera película digna basada en este personaje).

Este Joker es muy distinto, más que el personaje que conocíamos es un psicópata que se pinta la cara, es más real, y en vez de Joker podría llamarse de cualquier otra forma y seguiría siendo válido. Por eso, por ser tan real, aunque el de Nicholson fuere más "fiel" (salvando las distancias) al Joker que conocíamos, éste me ha gustado más, encaja mucho mejor en la idea de realismo que quisieron plasmar en la película, e impacta mucho más al espectador.

Te esperamos impacientes =)

Diavaloo dijo...

Y sí, me ha quedado demasiado larga, definitivamente la capacidad de síntesis no es una de mis virtudes xD

¡Prometo cortarme un poco la próxima vez!

Hithrawyn dijo...

OFF-TOPIC: Friki, no tenías ADA mañana???? Cuánto tiempo te ha llevado hacer esto??? jajaja

José Antonio Gil dijo...

Joer, unos revelando nuestro paradero, otros nuestros nombres en clave... Esto no puede ser eh??

Por cierto, creo que el personaje de Dos Caras puede decir mucho aún, por lo menos en sus facetas de rehabilitación frustradas, como vemos en Batman: Un año después o en Batman: El Regreso del Caballero Oscuro.

Es más, si me preguntáis, yo rodaría una adaptación de este cómic con un Batman maduro y usando a Mark Hamill como Joker.

Anónimo dijo...

Creo q no entendiste bien la pelicula, debiste verla a camara lenta
Mas bien diría que Dent es la excusa para que Joker pueda mostrar sus ideas de anarquia, azar, corrupcion y caos. Sin algo q confirmase su teoria, Joker se habria vuelto mas loco de lo q esta... y el personaje no conduciria a nada (se retiraria como criminal xDDD)
La verdadera historia es joker y el antijoker (batman) y las ansias de joker de demostrar q todo es corrompible y malvado. Los demas solo hacen de figurantes que se inclinan por dar la espalda a batman salvo contadas excepciones.

Lo único q puede librar a la actuación de Joker de un óscar es la doble moral americana.

Diavaloo dijo...

¿A qué te refieres con la doble moral americana? Se lo que significa, y estoy de acuerdo en que está muy patente allí, que se carga muchas cosas, y además es algo que desprecio bastante; pero no se en qué puede influir a la hora de juzgar éste personaje.

Anónimo dijo...

Pues veras Heath Ledger no es el prototipo de ciudadano querido en hollywood.
Tuvo bastantes contratiempos con los periodistas (hasta ahi normal), se ensalzo en un asunto poco popular atacando al estado de Virginia,... y en fin en su muerte siempre quedará la duda de si se había suicidado aunque su padre dijo q seria un accidente.
Tal y como estan las cosas en usa seguro encuentran alguien mejor q darselo
Aún así, yo creo fervientemente q se lo deberian dar.

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