Prohiben los abrazos en Australia

¿Sentimientos? Mira tío te diré quién tiene sentimientos; el que se carga al vecino con la escopeta de perdigones. Los profesionales tienen principios: ser educado; ser eficaz; tener un plan para matar a todo dios.



Leo en Público que en el colegio Largs Bay de primaria en Australia, tras las escandalosas muestras de cariño exacerbado e indecente que se han producido cuando los alumnos, tras varios meses de vacaciones sin verse, se han reencontrado con sus amiguitos y les han dado un abrazo, han decidido que para erradicar esas costumbres tan sucias la mejor opción es prohibir los abrazos en todo el centro. Especialmente entre alumnos de sexo contrario. Eso dará ejemplo a los más pequeños y les enseñará que las muestras de cariño no están bien, no son correctas.

Los señores directivos de Largs Bay imagino serán muy cultos, tendrán una educación realmente enorme, y sabrán mucho de temas fríos como las matemáticas o la física. En lo que se refiere a las personas, no hay más que ver que dejan mucho que desear. Prohibirle a los niños un abrazo no es prohibir un cierto gesto, es prohibir toda una costumbre de expresar cariño entre seres humanos que, a lo largo de los años, cada vez se hace menos frecuente. Con esta nueva iniciativa que lo erradica por completo, tendrán alumnos robotizados que habrán aprendido su lección, y no seres humanos con una cultura (que en mi opinión es lo que uno espera que haga un colegio ¿no?).

Que el mundo está lleno de gilipoyas no es ningún secreto, pero intriga el hecho de que, día tras día, los mal llamados importantes, los que lamentablemente dirigen y deciden (supuestamente por elección, lo que ciertamente no se en qué lugar nos deja al pueblo), se empeñan en demostrar que pueden ir un paso más allá, cometer algún acto de estupidez que deje por válidas decisiones anteriores por comparación, y que la gente se lleve las manos a la cabeza una vez más. La polémica sin duda hará publicidad al colegio de marras, que imagino llenará sus arcas con el dinero de los más conservadores de los vecinos de la zona. Cuando los niños estén fuera, no estaría mal que ardiera. Sin acritud.

El problema no es que no se puedan abrazar. Entiéndanme, el abrazo en sí no es más que un gesto, y no va a sustituir a unos sentimientos ni unas costumbres. El problema es lo que representa, persiguiendo no la eliminación del gesto, sino el adoctrinamiento de toda una generación de niños en la creencia de que eso es malo. A todas luces es una idea aberrante, desde el mismo momento que se intenta inculcar a unos niños ese tipo de cosas. ¿A quién puede habérsele ocurrido que expresar sentimientos está mal? ¿Qué será lo próximo, enseñar que tenerlos también es malo?

Esto es de indignante.